sábado, 25 de septiembre de 2010

El peso de nuestras decisiones!

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Como pude observar, luego de haber visto los videos que se presentan en la parte inicial, todos ellos nos hablan de nuestras propias decisiones en la vida, y cómo esto nos habla de cómo somos, y podemos sacar conclusiones de porqué somos así, o de porqué tomamos tal o cual decisión, o si realmente decidimos por nosotros mismos, o alguien más lo hace por nosotros.

¿Tenemos realmente el control de nuestras decisiones? ¿O alguien más decide por nosotros? Es crudo pensar que cada decisión de nuestra vida, por mínima que sea, puede estar encausada por otros, llevada a una cierta tendencia, por una sociedad que nos dice qué hacer y cómo hacerlo, dominado por ciertos patrones de conducta. Si estudiamos los modelos mentales, ellos nos hablan de que lo que percibimos del mundo, no es una percepción propia, sino algún encauzamiento que viene predeterminado en cada uno de nosotros y que nos condiciona el cómo percibimos el mundo, y rige nuestro actuar en él. Si hacemos la prueba en niños muy pequeños, ellos poseen una libertad de pensamiento mucho mayor al que pudiese poseer una persona cada vez mayor a ellos. Ellos ven imagenes de la realidad, muy distintas y variadas, pudiendo distinguir más de una solución para alguna imagen, pero igual de válidas que la/las que ven las personas mayores, donde lo más probable es que vean lo mismo en la mayoría de los casos. Esto nos habla de que quizás estos modelos mentales o encuadramientos de la realidad se van exacerbando a medida que avanzamos en edad, o sea, la sociedad genera una presión tal que va limitando nuestra visión de la realidad que nos rodea. Es por esto, que es importante saber, que si bien los modelos mentales nos ayudan a entender el mundo en el que vivimos, también nos limitan de poder ver ésta realidad como nosotros queramos verla, por más alocada que sea la visión.

Aquí radica lo importante de intentar abrir nuestra mente, y ser capaces de tomar nuestras propias decisiones. Por que en el fondo, ellas serán las que determinen el rumbo de nuestra vida. Si tomamos las decisiones correctas, iremos por un buen camino, y si tomamos las incorrectas, tendremos la posibilidad de aprender, encauzar el rumbo, o morir en el intento si somos demasiado obstinados.

Vivimos en un mundo en el cuál se nos ha formado para decidir en todo ámbito, y con el máximo de posibilidades disponibles, para lo cual estamos muy bien entrenados a resolver. Pero en otras sociedades se minimizan estas opciones, y el poder de decisión pasa a manos de terceros. La pregunta es ¿Afecta ésto la producción del conjunto humano? La respuesta es No. Así como muchos estamos muy bien aclimatados tomando decisiones a cada minuto como qué quiero de almuerzo, en qué parte de la sala me siento, en qué silla, camino o tomo el metro para ir a casa, decido la ropa que me pondré cada día, a qué hora haré mis tareas, etc, etc etc, por su parte, otros están bien aclimatados dejando que otros decidan por ellos, y ven pocas opciones en sus decisiones y así se sienten más cómodos. Y eso es tan válido como nuestra formación, y produce igualmente buenísimos resultados. Todo va destinado a entender que si fuimos formados para decidir en todo minuto, es así como rendiremos al máximo. En cambio si la formación fue la contraria, también de esa manera y ejerciendo ese rol, maximizaremos nuestra productividad.

Pero más allá de las opciones que tenemos, y las decisiones que tomamos, es más importante saber POR QUÉ lo hacemos de esa manera y no de otra. Es saber por qué causa están motivados los individuos al momento de tomar una u otra decisión.

Es acaso la motivación principal, el ¿Querer siempre ir en mejora de nosotros mismos o hay algo más?
¿Por qué existen las organizaciones sin fines de lucro? ¿ Cómo esa gente decide ayudar a otros sin querer recibir nada material a cambio?

Es porque si bien no recibimos nada material a cambio, recibimos la satisfacción de contribuir más allá de nosotros mismos, lo cuál nos hace más felices que si sólo nos ayudamos a nosotros mismos; Porque finalmente todo lo hacemos por lograr la felicidad plena. No hace pensar que las decisiones están mayormente movidas por la emoción que por el raciocinio total.

Es por esto, que sería bueno si cada uno de nosotros por cada decisión que tomásemos nos preguntásemos en qué nos vamos a enfocar, qué significa aquella decisión y qué es lo que vamos a hacer luego de comprometerse con ella. Si cada uno hiciera ese pequeño ejercicio, no tendríamos tantas decisiones automáticas, y quizás no tendríamos tantas decisiones erradas, si sólo hiciésemos un auto-análisis pequeño por cada decisión medianamente importante, y nos preocupásemos de entender qué es lo que nos mueve, o sea, cuáles son mis necesidades como ser humano, cuáles son mis creencias, cuáles son las emociones que me controlan. Todo esto para que haya más de cada uno de nosotros, o sea, mas calidad humana en cada uno, y para poder apreciar (ver, entender) qué mueve a otras personas, ya que si nos entendemos primeramente a nosotros, podemos dar paso a entender a otros.

Si nos entendemos individualmente, y luego a los que nos rodean, podemos generar  más valor en el mundo, y podemos hacer de éste mundo un lugar mejor para todos aquellos que habitamos en él…

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